
Una vez que tenga la sonrisa que siempre ha deseado, es importante cuidarla para que se mantenga sana y bonita. Los efectos de la mayoría de tratamientos estéticos dentales no duran para toda la vida, pero podrá conservarlos durante más tiempo si evita estos malos hábitos dentales.
Contenido del artículo
Acabe con sus malos hábitos dentales
Si los malos hábitos arruinaron su sonrisa, también lo harán con la nueva si no les pone fin. Fumar o beber café o té en exceso acabarán manchando las restauraciones o los dientes recién blanqueados. Rechinar con los dientes restaurados y masticar o sujetar objetos duros con ellos puede causar desgaste, espacios interdentales, astillados o fisuras en los dientes, además de mancharlos.

El bruxismo puede estropear los dientes nuevos. El bruxismo acabó con la bonita forma de los caninos de este paciente.
¿Sus malos hábitos ponen en peligro su nueva sonrisa?
Hable con el dentista de sus malos hábitos dentales del pasado y del presente, y recuerde que si quiere conservar su nueva sonrisa, deberá acabar con ellos.
- ¿Se muerde, pellizca o chupa los labios o las mejillas?
- ¿Se chupa los dedos o el pulgar?
- ¿Muerde el hielo?
- ¿Se muerde las uñas?
- ¿Sujeta chinchetas o agujas con la boca?
- ¿Muerde los lápices o los bolígrafos?
- ¿Mordisquea las patillas de las gafas o las sujeta con la boca?
- ¿Parte la cáscara de los frutos secos con la boca?
- ¿Toma más de tres tazas de té y/o café al día?
- ¿Fuma o mastica tabaco?
- ¿Presiona con la lengua contra los dientes superiores?
- ¿Coloca la lengua entre los espacios interdentales?
- ¿Aprieta o rechina los dientes?
- ¿Vomita después de las comidas?
- ¿Toma metanfetaminas u otros fármacos que puedan causar adicción?
Conserve su bonita sonrisa
Cada vez que acuda a una revisión odontológica, pregunte a su dentista si las restauraciones presentan signos de desgaste. En caso afirmativo, no pierda el tiempo. Recuerde que las restauraciones sirven para dar apoyo al esmalte, de modo que el esmalte puede fracturarse cuando éstas se desgastan.
Las restauraciones desgastadas también pueden perder color y contorno. La mayoría de las restauraciones empiezan a presentar deterioro mucho antes de tener que ser sustituirlas. Los pacientes piensan que el deterioro es inevitable, pero no es así. Evite los malos hábitos orales y conserve su sonrisa brillante más tiempo.
¡Cuanto más tarde mejor!
La vida útil de las restauraciones es limitada y deben sustituirse periódicamente. Cada vez que sustituyen se pierde algo de estructura dental. Por consiguiente, los tratamientos conservadores son los más indicados, especialmente entre los más jóvenes. Pregunte al dentista si la restauración puede sellarse o reforzarse en lugar de sustituirla.
7 signos para sustituir una restauración dental
- Se ha descolorido y resulta antiestética.
- Está fisurada o astillada, y la estructura dental restante está desprotegida.
- Ya no se adapta bien.
- Muestra signos de desgaste (en caso de un desgaste excesivo, el material de relleno ya no soporta suficientemente el esmalte).
- Tiene sensibilidad dental (el cemento puede haberse desgastado o los márgenes se han desdibujado).
- Según el dentista, la restauración no es compatible con la encía.
- Las piezas adyacentes a la restauración presentan microfisuras.
Hábitos alimenticios y salud dental
En última instancia, la belleza emana de la salud y ésta empieza con una buena alimentación. Asegúrese de que su diente incluye una combinación equilibrada de verduras y frutas frescas, cereales integrales y proteínas.
También es importante beber suficiente agua a diario. El color de la piel, las uás, el cabello, la estructura dental y nuestro bienestar son un reflejo de lo que comemos. Además, evite los malos hábitos dentales descritos en este artículo.
Póngale a su sonrisa un marco saludable
Comer en exceso o comer demasiado poco pueden cambiar la forma de nuestra cara, lo que a su vez modifica las proporciones entre los dientes y el resto de la cara y la sonrisa. Para conservar una sonrisa estupenda hay que mantener un peso adecuado haciendo ejercicio y observando una dieta equilibrada.

Una segunda oportunidad para una sonrisa preciosa. Esta diseñadora de interiores de 34 años padecía trastornos alimenticios desde joven, lo que había provocado la erosión dental grave y sensibilidad dental. Tras dos años de tratamiento para controlar el desorden, la paciente quiso restaurar su sonrisa. Se colocaron coronas dentales de cerámica para aliviar la sensibilidad dental y mejorar su sonrisa. Una sonrisa bonita puede contribuir enormemente a reforzar la autoestima de una persona con desórdenes alimenticios.
Los desórdenes alimenticios son peligrosos
Los problemas emocionales se reflejan con demasiada frecuencia en los hábitos alimenticios. El estrés psicológico o los traumas pueden llevar a las personas a comer en exceso o a desarrollar desórdenes alimenticios. Este tipo de problemas no solo repercuten en la salud emocional y física, sino que también pueden causar daños severos en la sonrisa.
La bulimia, por ejemplo, provoca una erosión dental grave que destruye la belleza de las piezas dentales. La erosión provoca la pérdida de esmalte y expone la dentina (la capa más oscura que se encuentra debajo del esmalte). Si padece una alteración de la alimentación, sepa que no lo corregirá con la odontología o la cirugía estética. Busque ayuda profesional para solucionar el problema de fondo. Reforzar la seguridad y autoestima repercute considerablemente ne la imagen que uno tiene de sí mismo. Solo así podrá ocuparse de su aspecto y adoptar las medidas necesarias para sacar el máximo partido a su sonrisa.
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